DE PASIÓN
TITULARES
: Nuestro Padre Jesús de los Reyes en su Entrada Triunfal en Jerusalén, María Santísima de la Victoria y Nuestra Señora de la Palma.
HISTORIA
Aunque
actualmente
la
cordobesa
Hermandad
de
la
Entrada
Triunfal
goza
de
una
renovada
configuración
a
la
que
nos
hemos
acostumbrado
muy
pronto
y
que
se
produjo
gracias
a
la
adquisición
del
nuevo
paso
del
Señor
y
la
posterior
incorporación
del
misterio,
no
hace
tanto
que
aún
podíamos
ver
a
Nuestro
Padre
Jesús
de
los
Reyes
recorriendo
las
calles
cordobesas
sobre
un
paso
de
dimensiones
considerablemente
más
reducidas,
sin
compañía
alguna
y
con
un profuso y colorido exorno floral que se completaba con las simbólicas y tradicionales palmas.
Si
bien,
posiblemente,
esa
decisión
adoptada
por
la
corporación
de
San
Lorenzo
es
uno
de
los
cambios
más
recientes
en
nuestra
memoria
colectiva,
la
hermandad
ya
había
dado
anteriormente
un
importante
paso
cuando
el
imaginero
Francisco
Romero
Zafra
talló
a
Nuestra
Señora
de
la
Palma
en
1991
y
la
popular
cofradía
de
“la
Borriquita”
pasó
a
incluirla
en
sus
estatutos
dos
años
más
tarde
para
así
terminar
sustituyendo
a
María
Santísima
de
la
Victoria
en
la
salida procesional del Domingo de Ramos.
Esta
nueva
modificación
sorprendió
entonces
a
la
gran
cantidad
de
personas
que
desconocían
los
detalles
sobre
la
incorporación
de
Nuestra
Señora
de
la
Palma
y
desde
aquel
preciso
momento,
la
alegre
Virgen
de
la
Victoria
–
talla
anónima
del
siglo
XVIII
–
comenzó
a
recibir
culto
aún
como
titular
de
la
corporación
pero
ya
bajo
una
advocación
de
Gloria.Para
muchos
–
especialmente
las
nuevas
generaciones
del
ámbito
cofrade
–
la
evolución
de
la
Entrada
Triunfal
se
reduce
a
esos
dos
o
tres
trascendentales
momentos
(según
se
quiera
contar)
sumados,
haciendo
un
exceso,
a
la
decisión
asumida
por
la
hermandad
con
vistas
a
las
expectativas
de
la
pasada
Semana
Santa
en
la
que
“la
Borriquita”
protagonizaba
un
momento
histórico
realizando
su
salida
desde la Catedral para adentrarse inmediatamente en el Patio de los Naranjos.
Sin
embargo,
los
orígenes
de
la
cofradía
no
tuvieron
lugar
en
torno
a
la
emblemática
Iglesia
de
San
Lorenzo,
sino
que
fue
la
Parroquia
de
San
Juan
y
Todos
los
Santos
la
que
hizo
de
cuna
para
la
primitiva
hermandad
que
con
gran
esfuerzo
y
dedicación
fundase
en
1944
Rafael
Sánchez
Núñez.
Quedaba
con
ello
constituida
la
nueva
hermandad
que
realizó
su
primera
estación
de
penitencia
hacia
las
17
horas
del
Domingo
de
Ramos
de
1945
–
en
la
fecha
concreta
del
25
de
marzo
–
con
la
imagen
de
un
Señor
enormemente
desconocido
a
día
de
hoy
y
que,
al
igual
que
el
actual,
salió
de
las
gubias
del
insigne
imaginero
cordobés Juan Martínez Cerrillo.
En
aquel
primer
momento,
la
corporación
contaba
en
su
puesta
en
la
calle
con
detalles
tan
llamativos
como
el
acompañamiento
en
el
cortejo
procesional
de
niños
ataviados
con
trajes
de
Primera
Comunión
y
las
oscilaciones
en
lo
referente
al
día
de
salida
según
las
circunstancias
meteorológicas.
No
obstante,
esta
tradición
que
comenzaba
en
la
década
de
los
40
se
vio
irremediablemente
interrumpida
el
18
de
marzo
de
1957,
año
en
que
la
Junta
General
de
la
Agrupación
de
Cofradías
inició
los
trámites
para
la
suspensión
de
la
salida
de
la
hermandad
“debido
al
desorden
y
falta
de
dignidad
necesaria
que
solía
reinar
en
sus
filas”.
Motivo
de
peso
que
sumado
a
la
insuficiente
actividad
interna
de
la
cofradía
significó
el
inició
de
una
disolución
que
se
extendió
hasta
1963.
Precisamente
el
9
de
febrero
de
ese
mismo
año,
la
hermandad
resurge
con
la
reorganización
con
la
que
quedaron
aprobadas
las
nuevas
reglas
gracias
al
impulso
del
salesiano
don
Francisco
Acuña
y
de
la
congregación
y
a
la
intervención
del
por
aquel
entonces
obispo
de
la
ciudad,
Monseñor
Manuel
Fernández-Conde,
quien
en
1961
se
había
puesto
en
contacto
con
Fernando
Fernández
de
Córdova
y
Martel,
presidente
de
la
Agrupación
de
Hermandades
y Cofradías, para llevar a cabo la refundación de la Hermandad de la Entrada Triunfal.
Es
entonces
cuando
la
sede
de
la
cofradía
se
establece
en
el
Santuario
de
María
Auxiliadora,
donde
un
grupo
de
antiguos
alumnos
del
colegio
de
los
Salesianos
y
la
Hermandad
del
Prendimiento
prestan
una
inestimable
ayuda
a
la
corporación
del
Domingo
de
Ramos,
siendo
estos
quienes
se
encarguen
de
volver
a
llevar
a
la
calle
a
la
Entrada
Triunfal
ya
con
la
nueva
y
actual
imagen
de
Nuestro
Padre
Jesús
de
los
Reyes
que
la
hermandad
había
encargado
una
vez más a Martínez Cerrillo, dado el deseo de sus miembros de contar con una talla de mayor tamaño que la anterior.
Casi
quince
años
después,
concretamente
en
1977
y
tras
haber
vivido
un
período
de
gran
revitalización
durante
el
que,
afortunadamente,
la
corporación
había
experimentado
un
notable
aumento
en
sus
filas
durante
la
jornada
del
Domingo
de
Ramos,
la
hermandad
de
“la
Borriquita”
volvió
a
trasladar
su
sede
a
la
Parroquia
de
San
Lorenzo,
donde
en
un
primer
momento
su
párroco,
Don
Valeriano
Orden,
la
acoge
y
convierte
en
filial
de
la
Hermandad
del
Remedio
de
Ánimas
hasta
conseguir
su
definitiva
independencia
con
la
constitución
de
su
propia
Junta
de
Gobierno
y
la
incorporación
de
María
Santísima
de
la
Victoria
como nueva titular.
NUESTRO PADRE JESÚS DE LOS REYES
La
imagen
de
Nuestro
Padre
Jesús
de
los
Reyes
realizada
por
el
imaginero
cordobés
Juan
Martínez
Cerrillo
hacia
el
año
1963.
Pero
esta
imagen
no
es
la
primera
que
hiciera
el
citado
artista
para
la
Hermandad
de
la
Borriquita,
sino
que
años
atrás,
concretamente
en
1945,
Martínez
Cerrillo
realizó
otro
Nazareno,
pero las escasas dimensiones de la talla provocaron que no gustara a la cofradía y se terminara realizando un nuevo encargo.
La
figura
del
Señor
se
caracteriza
por
su
perfecta
anatomía.
La
cabeza
presenta
una
melena
ondulada
y
una
barba
cerrada,
enmarcando
el
rostro.
Un
rostro
que
denota
tristeza,
mirada
ensimismada,
boca
entreabierta,
parece
saber
qué
futuro
le
espera.
Alza
levemente
su
mano
derecha,
mientras
que
con
la
izquierda sostiene las bridas del animal.
En
el
año
1992
la
cofradía
encarga
al
escultor
cordobés
Miguel
Ángel
González
Jurado
la
remodelación
de
la
talla,
con
el
fin
de
adaptarla
a
los
cultos
anuales.
Las
modificaciones
consistieron
en
cambiar
pies
y
manos,
pasando
a
ser
un
maniquí
articulado,
con
el
fin
de
poder
presentarlo
a
lomos
de
la
borrica
y, a su vez, entronizado.
NUESTRA SEÑORA DE LA PALMA
La
imagen
de
Nuestra
Señora
de
la
Palma
es
obra
del
imaginero
Francisco
Romero
Zafra,
siendo
acabada
en
1991.
El
caso
es
que
esta
imagen
fue
concebida
en
un
principio
para
sustituir
a
la
cabeza
de
la
Virgen
del
Rocío
y
Lágrimas.
Fue
Fray
Ricardo
de
Córdoba
quien,
cautivado
por
la
belleza
de
la
talla, habló con el Hermano Mayor de la cofradía para que la adquiriese, y en un futuro, pudiera procesionar el Domingo de Ramos.
Nuestra
Señora
de
la
Palma
es
una
imagen
de
vestir,
de
rostro
juvenil,
triste,
del
que
afloran
algunas
lágrimas.
De
serena
belleza,
ceño
fruncido
y
mirada
baja. Sus manos muestran dedos largos y estilizados.
NUESTRA SEÑORA MARÍA SANTÍSIMA DE LA VICTORIA
La
imagen,
una
talla
anónima
del
siglo
XVIII.
Bajo
palio
y
acompañada
por
la
jovialidad
que
caracteriza
a
la
hermandad
de
la
Entrada
Triunfal.
Obra
del
imaginero
cordobés
Francisco
Romero
Zafra.
A
pesar
de
ello,
la
Virgen
de
la
Victoria
no
sería
retirada
del
culto
sino
que
la
hermandad
la
reconvertiría
en
imagen
con
una
advocación
de
Gloria.
Para
ello,
el
imaginero
cordobés
Romero
Zafra
restauró
la
talla,
realizando
la
imagen
de
un
niño
Jesús
que
desde
entonces
acompaña
a
la
Virgen
de
la
Victoria.
De
aquel
palio
con
el
que
procesionó
la
Virgen
de
la
Victoria
la
hermandad
de
la
Entrada
Triunfal
aún
conserva
las
bambalinas
frontal
y
trasera
bordadas,
mientras
que
los
varales
son
los
que
aún
utiliza
en
la
actualidad
la
Virgen
de
la
Palma
en
su
salida
procesional.
De
esta
forma,
es
el
día
23
de
septiembre
cuando
la
hermandad
de
la
Entrada
Triunfal
vive
una
jornada
muy
especial,
donde
la
Virgen
de
la
Victoria
vuelve
a
encontrarse con su barrio, aquel que durante varios años la vio procesionar como Dolorosa y que ahora la ve de nuevo de forma gloriosa.
HÁBITO NAZARENO
Túnica
color
hueso,
turbante
hebreo
y
fajín
rojo
en
el
tramo
del
Señor.
Túnica,
cubrerostro
y
capa
de
color
hueso
con
botonadura
de
color
rojo
y
cíngulo
en
el
tramo de la Virgen.
INSIGNIAS DESTACADAS
Palma de San Lorenzo, en plata, de finales del siglo XVII.
Estandarte de la Hermandad, de terciopelo rojo con bordados en aplicación de Ángel Pareja (1991).
Estandarte del Cristo y Simpecado (lienzos a mano), de Rafael Rubio Peláez (1982).
Libro de Reglas con cubiertas de plata, de María José Priego Veras (1996).
Faroles de cruz de guía, de León Peñuelas (1999).
Fuentes:
https://www.artencordoba.com/semana-santa/hermandad-entrada-triunfal-borriquita-cofradia-cordoba.html
https://www.gentedepaz.es/antecedentes-entrada-triunfal/
CONTACTO
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Teléfono: (957) 47 62 49| Email:
sanlorenzomartir.cordoba@gmail.com
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